miércoles, 1 de junio de 2011

La calle donde vivo - Yogrina Anselmi



La calle donde vivo, es una calle limpia, con muy cercanos vecinos, en la que somos una comunidad muy pequeña, queriendo conservar un poco la tranquilidad y además, conservar también la seguridad, factor fundamental para sentirse bien, en estos días tan difíciles y llenos de temores e incertidumbre.

Al caer la noche se escucha nada más que el silencio, brindándonos esa paz, para conciliar nuestros sueños, y poder al día siguiente cumplir con nuestras actividades rutinarias. Puedo decir y expresar por medio de estas líneas, que todas las familias que habitan en esta angosta calle, tienen sentido de pertenencia y poseen buenos principios, realizándose temas de conversación en beneficio a la calle donde vivimos.

Al terminar la gran jornada, se siente el disfrute, de las rizas, llanto y desacuerdo de los más pequeños de esta “Calle”, a su vez andan como lucecitas veloces, en sus bicicletas, quizás sin medir consecuencias, pero siempre bajo la supervisión de sus representantes.

Creo, que siguiendo los patrones de conductas afectivas, estemos en el lugar que estemos, así sea en el barrio más pobre, podemos alcanzar esta paz espiritual, porque la forma del buen vivir, viene arraigada desde la formación que nos imparten nuestros padres, y del cariño que ellos nos hayan brindado, pues entonces tomemos estos legados, y mantengamos nuestros valores y seamos ejemplo paran nuestros hijos, para que trasciendan de generación en generación, y tengamos un mundo mejor.

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